Uno de los temas más atractivos sobre el lenguaje corporal es cómo detectar mentiras. ¿Existirá una fórmula sencilla, que nos permita descubrir a quien no es sincero con nosotros?
Repetir la pregunta
El primer tip para detectar mentiras despierta sospechas en cualquier situación; lo llamaremos “Repetir la pregunta” ¿En qué consiste? como su nombre lo indica, tiene dos manifestaciones posibles:
1) Cuando le haces una pregunta sencilla a una persona y ésta la repite total o parcialmente, como si no nos hubiese escuchado o entendido.
2) Complementar la respuesta con la pregunta misma. Digamos que no repites literalmente la pregunta, sino que la “adjuntas” a una respuesta que debería ser, a todas luces, sencilla.
La boca que pica
¿Qué hace un niño instintivamente cuando escucha una mentira, una grosería o algún vocablo impropio? Su reacción natural será la de taparse con ambas manos la boca, queriendo decir con este gesto “¡No puedo creer lo que estés diciendo!”. Al ir creciendo, esta manifestación se hace casi imperceptible y puede derivar en un simple toque de las comisuras de los labios o incluso la punta de la nariz.
La sien perlada
¿Has notado cómo una persona que se siente amenazada, empieza a sudar copiosamente? Aun cuando escasos segundos antes tenía una frente ligeramente seca, ahora la ves profusamente perlada producto de… el nerviosismo.
Los ojos fijos
Entre las “cartillas” de lenguaje corporal que abundan en internet para detectar mentiras, un mito muy difundido es el siguiente:
“Los ojos de una persona que miente tratan de evadir constantemente a su interlocutor, ya sea por vergüenza o pesar.”
Justificarse innecesariamente
Una de las recomendaciones que hacen los abogados a las personas que están siendo interrogadas, bien sea en una comisaría o en un juicio, es el de ser fríamente concretos. “Sí” o “No” son las respuestas adecuadas; si hay que responder con una frase completa, debe hacerse lo más sencilla posible y responder exactamente lo que están preguntando. Si te preguntan “¿Dónde estuvo usted la noche del martes?”, nuestra respuesta debe ser de menos de cuatro palabras. “En la discoteca tal o cual”. Punto.
Bajar la voz y tragar saliva
Ésta es la lección para detectar mentiras más fáciles de implementar. Cuando una persona miente o está inventando algo, su tono y volumen de voz disminuyen dramáticamente, casi en un 50%. De hablar con una correcta modulación, pasa de repente a bajar la voz con discreción, y de nuevo a un tono de voz normal.
El alivio de la retirada
La última técnica que debemos aprender para detectar mentiras es, sin duda alguna, la más difícil de aplicar. Se basa en la siguiente premisa:
“Cuando una persona está siendo interrogada de manera inquisitiva, se mantendrá a la defensiva y su cuerpo estará tenso. En el momento que el interrogatorio termine, pueden ocurrir una de dos cosas: O bien la persona ´contrataca´ diciendo lo injusto que hemos sido en pensar que está mintiendo, o bien se queda callada y su cuerpo se relaja por unas décimas de segundo.”
En pocas palabras, una persona culpable se sentirá aliviada instantáneamente cuando el “interrogatorio” termine.