Una persona madura emocionalmente es capaz de entender la ira, la frustración, la tristeza y no tomarla en contra de otros, no descargar su enojo o enfado con su equipo.
Enojo: No hables con ira, cuando estamos enojados somos más impulsivos y decimos cosas sin pensar.
Decepción: Recuerda que siempre habrá problemas pero todo tiene solución.
Envidia: No te compares con nadie, esto es clave para no dañar las relaciones con tus compañeros de trabajo.
Frustración: No quieras controlarlo, toda la frustración aparece como resultado de las expectativas no cumplidas
Rechazo: Practica la tolerancia y no seas tajante, el ambiente de trabajo depende en gran medida a tu actitud.
En resumen, sabrás que tienes conciencia emocional e inteligencia emocional,si:
- Eres capaz de identificar qué emociones experimentas y por qué.
- Entendemos cómo interactúan tus pensamientos, tus emociones y tu comportamiento.
- Reconoces cómo esas sensaciones afectan a tu desempeño emocional, laboral o social.
- Identificar tus fortalezas y debilidades.
- Conoces tus valores y te guías por ellos.
- Tienes claridad sobre tus metas y objetivos.