El polígrafo, también conocido como “detector de mentiras”, se utiliza comúnmente para detectar la mentira en respuesta a preguntas específicas que se formulan durante la prueba. Los tipos de preguntas que se pueden hacer durante una prueba de polígrafo pueden incluir:
Preguntas relevantes: son preguntas específicas sobre el incidente o delito investigado, que se formulan para obtener una respuesta verdadera o falsa. Por ejemplo, “¿robaste el dinero de la caja fuerte de la tienda?”.
Preguntas de control: son preguntas diseñadas para establecer un patrón de respuesta para la persona examinada y establecer una línea de base para su actividad fisiológica. Estas preguntas son menos emocionalmente cargadas que las preguntas relevantes y se utilizan para comparar las respuestas fisiológicas. Un ejemplo podría ser, “¿alguna vez has mentido para obtener algo que querías?”.
Preguntas irrelevantes: son preguntas que no tienen relación con el incidente o delito investigado, y que se utilizan para comparar las respuestas fisiológicas. Estas preguntas son también menos emocionalmente cargadas que las preguntas relevantes. Un ejemplo podría ser, “¿es tu nombre Juan?”.
El polígrafo registra datos mediante sensores que monitorean actividad física autónoma. Estos incluyen la actividad respiratoria, cardiovascular, electrodérmica, y somática Un resultado categórico, que indique ya…